He comido con la estupenda noticia de que Nueva York ha aprobado los matrimonios homosexuales. Viva la Gran Manzana!!! Un motivo más para amar esa ciudad. Desde ya os pido que si conocéis a alguna muchacha soltera y apañada que viva allí le hagáis llegar mis datos. Estoy más que dispuesta a saltar el charco para cumplir el sueño de mi vida...pasar una temporada en la ciudad de los rascacielos. Y si es ennoviada, mejor que mejor!
En el informativo de la 6ª han sacado también un reportaje de gays y mariliendres. Se nota que se acerca el Orgullo, los medios progresistas se llenan estos días de informaciones “rosas”.
Pues bien, aparecía en el reportaje dos amigos gays con su mariliendre. Daban la definición y los gays reconocían que es más que una amiga, como una hermana y que no sabrían vivir sin ella. La mariliendre, por supuesto, lucía orgullosa ella su amistad con los chicos gays y manifestaba que aunque tenía amigos hetero no había ni punto de comparación. Aparecían en Berkana los tres comentando los buenos que estaban los chicos de las portadas de las revistas, iban de compras y después seguramente se irán de copas.
Claro, en seguida me ha salido la vena feminista y he empezado a despotricar....claro, sólo sacan a chicos homosexuales, como siempre las mujeres somos invisibles...En mi defensa diré que ando con la visita de mi prima Inés (la visitante de cada mes) y el grado de tolerancia bastante bajo.
Luego me he tranquilizado y he empezado a analizar la cuestión. Pero vamos a ver...acaso las lesbianas tenemos mariliendros? Necesito vuestra ayuda...porque yo no conozco a ninguna mujer lesbiana que tenga un amigo íntimo hetero con el que salga de compras o de juerga...
Me he puesto a pensar en mi amigo José, bastante gay él y lo más parecido a un mariliendro que he tenido yo. Éramos confidentes pero había un punto de distanciamiento. Las mujeres. Y es que él se empeñaba en mandarme mails con las típicas tías que salen en los calendarios de los camioneros, en plan Pamela Anderson y rubias neumáticas por el estilo. Se pensaba que por el hecho de que me gusten las mujeres, mis gustos deben ser similares a los de un alto porcentaje de hombres que piensan que cuanto más grandes tengan las tetas una mujer, más buena está.
No, yo no disfruto de als vistas de Supervivientes. No me atraen en absoluto tipas como la Sonia Monroy esa o la modelo siliconada de turno. Tampoco me pirran las modelos que desfilan por las pasarelas, ni la Megan Fox de moda. Soy mucho más de andar por casa.
Y claro, por más que explique que no me gusta el fútbol, que se me da fatal jugar con las videoconsolas, que no colecciono posters de tías buenas y que no me vuelvo por la calle cuando pasa una con minifalda...ná, el común de los hombres cree que tienes que parecerte a ellos.
Así que, aunque sé que no se puede generalizar, me atrevo a opinar que ese es el motivo por el que las lesbianas no tenemos mariliendros. Porque aunque compartamos con ellos el gusto por el sexo femenino, nos separa un océano de clichés que no cumplimos en absoluto. Simplemente somos como somos...diferentes a ellos.